Un estudio psicológico ha descubierto que la Navidad es la época del año en que las personas se deprimen más. Es un momento en el que los sentimientos de soledad, de estrés, de ansiedad y de depresión se intensifican.
Las razones son las siguientes: Muchas personas tienen expectativas poco realistas sobre lo que significa la Navidad y lo que se supone que uno debe hacer, sentir o tener durante estas fiestas, lo que lleva a sentimientos de frustración.
Muchas personas sufren de sentimientos de soledad: el 25% de las personas dice sentirse a menudo sola, y el 40% dice que no tienen amigos cercanos.
Se activa una reflexión excesiva sobre la propia vida y la conciencia de las carencias personales en comparación con los demás. Muchas personas sienten una intensa presión de gastar dinero en comidas y regalos.
El amor no debe ser medido por la cantidad de dinero y la calidad de las compras durante este tiempo. La Navidad no debería basarse en el dinero. Se debe de establecer un presupuesto realista para regalos y comidas. Establecer metas alcanzables y realistas con respecto a las fiestas.
Cada persona debería de entender el verdadero significado de la Navidad y debería de ser de esta manera. No permita que la televisión, la radio y los anuncios de prensa lo manipulen y le impongan un significado materialista durante la celebración navideña. Tenemos que aprender a agradecer por lo que tenemos y disfrutar de cada momento de nuestras vidas, por pequeño que sea.
Planifique estas fechas con actividades espirituales, reuniones constructivas y pacíficas, disfrutando en compañía de familiares y de amigos. Enfrente las diversas situaciones que la Navidad trae desde una perspectiva positiva. Haga un esfuerzo para asegurarse que sus relaciones sociales con sus familiares y amigos sean lo más saludables posible.
No olvide que el verdadero espiritu de la Navidad no es traer tristeza. Debería ser un momento para compartir alegría, armonía, amor, sabiduría y felicidad con nuestros seres queridos. La tristeza viene a través de las equivocadas interpretaciones de estas fechas por parte de la personas. Es necesario aprender a tener interpretaciones más positivas en general para evitar el desánimo.
LOS PROBLEMAS MÁS COMUNES DURANTE LA CELEBRACIÓN DE LAS FIESTAS DE NAVIDAD Y DE AÑO NUEVO SON LA PÉRDIDA DE ALGÚN SER QUERIDO, FAMILIARES O AMIGOS, Y ADEMÁS,, LA LEJANÍA DE NUESTROS SERES QUERIDOS.
Los problemas de conflictos familiares y los conflictos de pareja, las crisis financieras y económicas. La Navidad es el momento en que se supone que debemos reunirnos con las personas que queremos y que nos sentimos alegres con su compañía.
Cuando se sufre la pérdida de un familiar o amigo es más desafiante en estos momentos porque los extrañamos con más intensidad.
Debemos permitirnos un momento de duelo, de adaptación a la situación, de reflexión y de maduración sobre lo que ha sucedido. Nos debemos de apoyar en algunos miembros de la familia que de una manera u otra, están experimentando la misma tristeza. Esto nos hará sentir más protegidos.
No es recomendable que se aísle y que permanezca en su casa y que se sumerja en la tristeza, ya que esto solo empeorará la situación y puede llevarle a trastornos emocionales, mentales e incluso físicos y hasta a crear serios problemas de salud. No se esfuerce a celebrar si en realidad no siente el deseo de celebrar. Sea auténtico y coherente con sus recursos y necesidades.
La Navidad es el momento en que se supone que debemos reunirnos con las personas que nos importan. Estar lejos de casa o tener a un familiar o amigo lejos de casa hará que los extrañemos mucho más durante estas fiestas que en el resto del año. Podemos hacer uso de la tecnología para llamarlos y para conectarnos virtualmente con nuestros seres queridos. Es importante aceptar la situación y no centrarse en el malestar. Debemos de buscar alternativas para disfrutar de las fiestas. No dé importancia excesiva al hecho de estar solo en la Navidad, ya que hay otros momentos importantes durante el año en los que hemos estado solos y hemos estado en armonía y en buen estado emocional; todo depende del valor que le demos a la Navidad.
Busque alternativas positivas. Recuerde que las cosas no siempre suceden cuando queremos. Tal vez no podamos celebrar la Navidad el 25 de diciembre, pero podemos pensar que este año nos han aplazado las vacaciones y las celebraremos cuando sea nuestro momento adecuado. Busquemos momentos que nos hagan sentir bien en nuestro lugar de residencia; no se cierre ni se aísle, siempre habrá alguien con quien celebrar las fiestas.
LA MAYORÍA DE LAS FAMILIAS TIENEN UN MIEMBRO PROBLEMÁTICO O CONFLICTIVO EN SU FAMILIA. LA FAMILIA SE NOS IMPONE Y ES DIFÍCIL QUE TODOS SE LLEVEN BIEN. MUCHA GENTE SE REÚNE NO PORQUE QUIERA, SINO POR OBLIGACIÓN O DEBIDO A LAS TRADICIONES «IMPUESTAS».
En algunas ocasiones asistimos a reuniones sociales para no sentirnos culpables y para evitar que algunos miembros de la familia nos juzgen.¿Qué podemos hacer? Intente ver estas fechas no como un problema, sino como una oportunidad para mejorar las relaciones con la familia y con los amigos.
Intente llegar a un acuerdo si el problema es dónde pasar las fiestas: es mejor un mal acuerdo que una mala Navidad. La flexibilidad y adaptación a las dinámicas familiares nos ayudarán a disfrutar de estas reuniones. Negocie, y cuando la negociación haya terminado, disfrute. No hay nada peor que después de haber negociado, darle vueltas al resultado e intentar encontrar ganadores y perdedores.
Las investigaciones estadísticas revelan que los meses con las tasas de divorcio más altas son septiembre y enero. El 33% de los divorcios ocurren después de las vacaciones de verano, que son las más largas del año. Muchas parejas atribuyen sus problemas a la falta de tiempo, al estrés y al exceso de trabajo, pero muy a menudo es lo contrario. Si la relación es sólida, la Navidad es una oportunidad para pasar tiempo y momentos juntos, fortaleciendo el vínculo. Sin embargo, si las relaciones están tensas y los problemas han persistido durante todo el año, la temporada navideña y, por lo tanto, las vacaciones ponen a prueba nuestras habilidades de comunicación y de resolución de conflictos.
Además, más tiempo juntos significa más fricción. ¿Qué podemos hacer? Planificar juntos y llegar a un consenso sobre las actividades durante las vacaciones. Crear una lista conjunta con su pareja de todas las cosas que quisieron hacer con la familia durante el año pero que no pudieron debido a la rutina diaria.
Dar importancia a las relaciones sexuales, ya que crean un fuerte vínculo en la pareja. Equilibrar el tiempo que pasan juntos con el tiempo individual. Fomentar una comunicación saludable basada en la empatía, en la asertividad, en el respeto y en las negociaciones de beneficio mutuo que beneficien a ambos miembros de la pareja.
Lamentablemente, parece que el amor y la felicidad se miden por la cantidad y la calidad de compras realizadas durante esta temporada navideña. Muchas familias pueden no poder permitirse una gran comida o regalos para sus familiares debido a las dificultades económicas que enfrentan. La felicidad no debería asociarse con la cantidad o calidad de regalos que damos o que recibimos.
La razón más importante es la intención y el tiempo que pasamos con amigos y familiares queridos. Es mejor regalar momentos agradables que involucrarse en objetos materiales. Es imperativo encontrar formas de disfrutar del tiempo con seres queridos sin gastar dinero: dar un paseo por las calles de nuestra ciudad para ver las decoraciones navideñas o pasar una tarde en el parque en contacto con la naturaleza o en la casa rodeado de la familia viendo una película o documental con temas educativos y positivos o intercambiando buenos recuerdos, etc.
Estos son momentos especiales de reunión que no requieren abrir la billetera. Si no tenemos suficiente dinero para preparar una mesa como nos gustaría, hable abiertamente con la familia y compartan los gastos para crear una celebración donde todos se sientan cómodos y satisfechos.
¿Cuál es el verdadero significado de la Navidad?
La Navidad debe de ser una temporada de gran alegría. Es un momento en que Dios muestra Su gran amor por nosotros. Puede ser un tiempo de sanación y de fortaleza renovada. La Navidad es cuando celebramos el nacimiento del niño Jesús. De acuerdo a las escrituras en la Biblia, “Dios envió a Su Hijo, Jesús, al mundo para nacer. Su nacimiento trajo gran alegría al mundo. Pastores, sabios y ángeles compartieron la emoción de conocer este gran evento. Sabían que este no era un bebé ordinario. Los profetas habían hablado de Su venida cientos de años antes. La estrella se detuvo sobre Belén solo para señalar el camino a aquellos que buscaban a este niño especial. ¡Realmente podemos ser felices en Navidad! No importa lo que esté sucediendo, podemos saber que somos sus hijos. Sabemos que somos hijos e hijas del Creador Universal o Dios. El cielo o las huestes de luz y de amor y de orden divino serán nuestro hogar eterno algún día.
Debemos de estar conscientes de que la Navidad es la celebración para activar en nuestros corazones las enseñanzas de compasión, de amor, de bondad, de paz, de armonía y la sabiduría divina que nos dejó nuestro padre y maestro Jesús el Cristo. “Todas estas enseñanzas nos llevarán a tener una «Feliz Navidad». La alegría, la paz y la salud física, mental y espiritual que recibiremos durante todo el año se manifestara cuando activamos las enseñanzas, la sabiduría, la energía y la luz Divina de Dios y de Jesús el Cristo en nuestro corazón y todo esto hará que nuestras necesidades sean satisfechas.
PARA INFORMACIÓN:
La Organización del Poder de la Armonía, Salud y Red Global de Bienestar
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