El sistema inmunológico es el escudo o la defensa protectora de nuestro cuerpo!
El sistema inmunológico es el escudo o la defensa protectora de nuestro cuerpo para combatir a los invasores extraños que constantemente nos atacan y que eventualmente nos pueden hacer daño. Nuestro cuerpo funciona a través de una red de células, tejidos, proteínas, órganos y sistemas especiales que generan proteínas y bioquímicos esenciales que atacan a los microorganismos dañinos que pueden causar los desequilibrios metabólicos, las infecciones y muchas de las enfermedades dañinas.
Los microorganismos más comunes que invaden nuestro cuerpo con más frecuencia son las bacterias, los virus, los fungicidas y los parásitos. Cuando nuestro sistema inmune funciona eficientemente, detecta las amenazas de estos microorganismos y desencadena una respuesta inmunitaria para destruirlos. Cuando nuestro sistema inmunológico está débil, puede estar sobrecargado por la invasión de microorganismos nocivos, se crean serios desequilibrios en los procesos metabólicos del organismo y esto hace que seamos más vulnerables al desarrollo de las infecciones que dan origen a muchas enfermedades.
Por lo general, cuando nuestro sistema inmunitario está débil, se presentan los síntomas de resfriados, de gripe o influenza y cuando estos síntomas no se tratan a tiempo, pueden originar la bronquitis y la neumonía. Esta situación nos hace más vulnerables a otras enfermedades virales que pueden generar infecciones letales como el coronavirus (COVID-19) que lamentablemente ha provocado la muerte de varios cientos de miles de seres humanos en diferentes países del mundo.
La Universidad de Michigan realizó un estudio donde un promedio de 18 personas sanas se infectó con el virus de la gripe. Solo la mitad de los participantes en este estudio mostraron síntomas de la enfermedad. Cuando se estimuló el sistema inmunológico de las personas mediante el uso de remedios homeopáticos y por medio de otros remedios y métodos naturales alternativos se observaron una diferencia significativa.
Los investigadores observaron que cuando se implementan estrategias mediante el uso de los tratamientos alternativos holísticos naturales, es posible fortalecer el sistema inmunológico y ayuda efectivamente a prevenir el desarrollo de muchas de las enfermedades que afectan a la gran mayoría de las personas.
Por lo tanto, es imperativo implementar técnicas eficientes, protocolos y el uso de diferentes tipos de elementos naturales alternativos que nos puedan ayudar a fortalecer nuestro sistema inmunológico. Los protocolos naturales alternativos nos pueden ayudar a prevenir las enfermedades, y principalmente para el buen mantenimiento de la salud y sin los riesgos o los efectos secundarios que generalmente son producidos por muchos de los medicamentos farmacéuticos, y también para evitar los riesgos de las vacunas que NO han sido debidamente probadas y experimentadas antes de ser administradas a los seres humanos.
Nuestro sistema inmunológico se basa en una compleja integración de diversas células, órganos, proteínas y tejidos que trabajan juntos para reconocer y neutralizar cualquier invasión de patógenos nocivos. Si tenemos una dieta natural adecuada y saludable, podemos obtener las vitaminas, los minerales vitales, los antioxidantes y otros nutrientes esenciales que pueden ayudarnos a mantener el sistema inmunológico en su máxima potencia. Sin embargo, muchas veces las personas no reciben las vitaminas, los minerales, los antioxidantes y los nutrientes esenciales que el cuerpo necesita, debido a que los alimentos que muchos de ellos consumen en su dieta diaria no son los adecuados y carecen de estos nutrientes esenciales o necesarios para mantener el sistema inmunológico en buen estado de salud.
El sistema inmunológico en particular, contiene varios tipos diferentes de células que responden a varios microbios de diferentes formas. Aunque los científicos actualmente no saben exactamente cuántas células del sistema inmunológico responden a los microbios.
Lo que los investigadores saben es que el cuerpo produce continuamente células inmunes llamadas glóbulos blancos, o leucocitos, y que se generan muchas más células del sistema adaptativo, conocidas como los linfocitos, los cuales maduran en células B y células T.
El exceso de células se destruye a sí mismo mediante un proceso de muerte celular natural, llamado apoptosis. Se desconoce cuál es la mejor combinación de células o el número óptimo para que el sistema inmunitario funcione de la mejor manera.
En muchas personas, el sistema inmunológico funciona bien y no necesita ayuda. Sin embargo, en algunas personas, el sistema inmunitario se debilita debido al uso de medicamentos, de antibióticos, a los opiáceos que son utilizados para tratar algunas afecciones que causan los dolores en las articulaciones y otros medicamentos o situaciones que provocan los trastornos que causan hiperactividad y que a su vez debilitan la actividades del sistema inmunitario.
Los trastornos de inmunodeficiencia primaria generalmente están presentes desde el nacimiento y son causados por diferentes factores que pueden tener un fuerte efecto en el sistema inmunológico. Los trastornos de inmunodeficiencia secundaria ocurren como resultado de que el sistema inmunológico se ve comprometido por factores como el VIH, las quemaduras graves, la desnutrición, los tratamientos de quimioterapia y también debido a la contaminación ambiental. Otros factores son la exposición excesiva a la radiación de energía electromagnética dañina EMF(energía electro magnética) y RF (radiofrecuencia) que es generada por los radares, las ondas de radio y de satélites que son utilizadas para las comunicaciones militares, para la comunicaron de los teléfonos celulares, para la comunicación por internet, la TV, las torres con los potentes generadores eléctricos, y en especial la nueva tecnología 5G y 6G (quinta y sexta generación de comunicación inalámbrica utilizada para los teléfonos celulares).
Otros factores importantes que producen los trastornos de inmunodeficiencia secundaria es la ingesta de alimentos procesados con la radiación que es generada cuando estos se cocinan en los hornos de microondas, los alimentos que están genéticamente alterados (OGM) y que son procesados con conservantes y con fertilizantes químicos y también muchos otros factores, etc.
Las enfermedades autoinmunes son afecciones como el lupus, la artritis reumatoide, las enfermedades inflamatorias del intestino, la esclerosis múltiple y la diabetes tipo 1, en las que el sistema inmunitario ataca por error a las células y a los tejidos del cuerpo.
Las alergias y el asma se desarrollan cuando el sistema inmunológico responde a las sustancias que no son dañinas.
Los alimentos genéticamente alterados (OGM) y que son procesados con químicos contienen moléculas sintéticas. En las últimas décadas, las moléculas sintéticas han saturado los sistemas biológicos tanto de las generaciones pasadas como a las generaciones de los jóvenes de esta década. Si las personas continúan consumiendo alimentos procesados con glifosatos, con azúcares, los alimentos transgénicos (OGM), los alimentos procesados con conservantes químicos, los alimentos con gluten, y el consumo de agua contaminada que contiene los metales pesados nocivos, el sistema inmunitario se verá seriamente afectado y a su vez afectará la mente y provocará alteraciones y daños en el ADN.
El cuerpo tiene el programa divino natural, la sabiduría o podemos decir la farmacia interna natural para sanarse a sí mismo; pero las moléculas sintéticas que se encuentran en los alimentos procesados, en los alimentos transgénicos y en los alimentos con químicos artificiales y que están expuestos a los glifosatos, mejor conocido como el herbicida con el nombre de Roundup, no solo daña el sistema inmunológico, sino que también destruirá la forma natural divina por medio del cual el ADN se reorganiza y se repara por sí mismo para poder ayudar a mantener el cuerpo en buen estado de salud.
El glifosato es un herbicida de amplio espectro vendido bajo el nombre comercial común Roundup y fue vendido por primera vez a los agricultores en 1974 por Monsanto, y esta empresa fue adquirida por Bayer. Desde finales de la década de 1970, el uso de herbicidas a base de glifosato fue utilizado cientos de veces por los agricultores de muchos países del mundo en los cultivos de muchos productos agrícolas que millones de personas consumen en su dieta diaria.
La mayoría de los agricultores rocían los cultivos después de que alcanzan la madurez para lograr matar las malas hierbas que podrían dañar sus cultivos. Algunos agricultores también usan glifosato para obligar a sus cultivos a que maduren antes de tiempo. Esto es cada vez más común para los cultivos como el trigo, la cebada, la avena, los frijoles, la soja, el maíz y otros, y también permite a los agricultores obtener una mejor cosecha e incluso en áreas con una temporada de cultivo corta. Sin embargo, el herbicida glifosato es uno de los químicos que más daños ha provocado al sistema inmunitario de los seres humanos, provocando daños y alteraciones del ADN y ha contribuido al desarrollo de muchas enfermedades y condiciones entre ellos el cáncer que ha provocado la muerte de cientos de miles de seres humanos.
Los estudios científicos han encontrado que la sustancia química glifosato es también un disruptor del sistema endocrino en los seres humanos, lo que significa que afecta negativamente el equilibrio hormonal. Se ha descubierto que niveles muy altos de esta sustancia química en los alimentos inducen cáncer de mama en células humanas in vitro a través de la actividad estrogénica. Los niveles muy altos de glifosato y sus metabolitos también provocan hemólisis y oxidación de la hemoglobina en las células sanguíneas humanas. Esta investigación ha sido corroborada en laboratorios, e incluso en niveles bajos, el glifosato puede aumentar el riesgo de daños oxidativos al ADN, aumentando la probabilidad de mutaciones celulares.
Los productos que contienen glifosato a menudo contaminan las fuentes de agua potable, así como las precipitaciones y el aire, especialmente en las regiones agrícolas. La vida media del glifosato en el agua y en el suelo es más prolongada de lo que se reconocía anteriormente.
El glifosato y sus metabolitos están ampliamente presentes en el suministro mundial del alimento de soja y la exposición humana a los GBH está aumentando cada día. Más de las tres cuartas partes (77 %) de la soja mundial se utiliza para alimentar el ganado, para la producción de carnes y para la producción de productos lácteos. La mayor parte del resto se utiliza para biocombustibles, industrias y hortalizas. Los rendimientos de los cultivos no han podido seguir el ritmo de la producción. Desde 1961, los rendimientos mundiales han aumentado un 150%. Pero la producción aumentó en un 1200%. Esto significa que el área utilizada para cultivar soja se ha más que cuadruplicado. Más de un tercio (37 %) de la soja mundial se utiliza para alimentar a los pollos y a otras aves de corral; un quinto a los cerdos; y un 6% para acuicultura. Lo que significa que la ingesta de soja, de pollos, otras aves de corral, los cerdos, la carne de res, todos estos contienen altos niveles de glifosato y al consumir estos alimentos pueden causar daños en el AND, desequilibrios en el sistema inmunológico y endocrino. Sin embargo, comer estos alimentos cuando se procesan utilizando métodos orgánicos naturales no causa los problemas de salud que ocurren con los alimentos que contienen soja y glifosato. Por lo tanto debemos de tener en cuenta de consumir las aves de corral, la carne de res y los alimentos que se producen utilizando métodos orgánicos naturales y eliminar por completo el consumo de los alimentos que contengan soja y glifosato.
El estilo de vida de la persona influye directamente en la respuesta inmunitaria del individuo.
Muchos factores, como una dieta natural adecuada, el ejercicio, el sueño, el no estar lo suficientemente hidratado y el estrés puede afectar la respuesta inmunológica. Sin embargo, queda mucho más por aprender sobre la interconexión y las complejidades de la respuesta inmunitaria. Para que todos nuestros sistemas biológicos funcionen bien, y especialmente el sistema inmunológico, se requiere armonía y equilibrio. El sistema inmunitario no es una sola entidad o campo de fuerza que necesita ser reparado para funcionar correctamente.
No se han identificado los vínculos directos entre el estilo de vida y la mejora a la respuesta inmunitaria; Sin embargo, los investigadores han observado que el efecto de factores como una buena rutina de ejercicios diarios y una dieta adecuada con alimentos orgánicos que no sean alterados genéticamente (OGM), que no contengan químicos ni pesticidas, el sueño reparador o dormir lo suficiente, él estar lo suficientemente hidratado con líquidos saludables y tener control sobre el estrés pueden ser de gran ayuda en las respuestas del sistema inmunológico.
Muchos factores, como la dieta, el ejercicio, el sueño, el estrés y el no estar lo suficientemente hidratado pueden afectar la respuesta inmunológica. Sin embargo, queda mucho más por aprender sobre la interconexión y las complejidades de la respuesta inmunitaria. Para que todos nuestros sistemas biológicos funcionen bien, y especialmente el sistema inmunológico, se requiere armonía y equilibrio. El sistema inmunitario no es una sola entidad o campo de fuerza que necesita ser reparado para funcionar correctamente.
No se han identificado los vínculos directos entre el estilo de vida y la mejora a la respuesta inmunitaria; Sin embargo, los investigadores han observado que el efecto de factores como el ejercicio y una dieta adecuada con alimentos orgánicos que no sean alterados genéticamente (OGM), que no contengan químicos ni pesticidas, el sueño reparador o dormir lo suficiente, él estar lo suficientemente hidratado con líquidos saludables y tener control sobre el estrés pueden ser de gran ayuda en las respuestas del sistema inmunológico.
Lo mejor que puede hacer una persona para mantener en buen estado su sistema inmunológico es adoptar estrategias de vida saludable que beneficien a todo el organismo y debe eliminar los malos hábitos como el tabaquismo (fumar cigarrillos), el consumo excesivo de alcohol y de drogas. Debe de eliminar el uso excesivo de los teléfonos celulares que funcionan con ondas de frecuencia de microondas y también eliminar la cocción de alimentos en hornos de microondas que generan la radiación que altera el valor nutritivo de los alimentos y a su vez los contamina con la radiación que causa daños en el ADN a nivel celular.
La importancia de hacer ejercicios y mantenerse activo: Hacer ejercicios y mantenerse activo es una forma poderosa de estimular el sistema inmunológico, dice Mark Moyad, M.D., M.P.H., director de medicina preventiva y alternativa de Jenkins / Pokempner en el Centro Médico de la Universidad de Michigan. Esto hace que los anticuerpos y los glóbulos blancos de nuestro cuerpo circulen más rápidamente, lo que significa que pueden detectar y concentrarse más rápidamente en los microorganismos que pueden causar las infecciones virales y bacterianas. Estar activo y hacer ejercicios diarios es una manera también que ayuda a reducir la hormona del estrés (el cortisol) y ayuda a reducir las posibilidades para que no nos enfermemos. El ejercicio regular restaura el sistema inmune y se conoce como “la regulación inmunológica”.
“El estrés, la ansiedad crónica y una dieta con comida chatarra promueve los desequilibrios hormonales y suprime el sistema inmunológico”.
Existe un fuerte vínculo entre nuestra salud inmunológica y la salud mental. “Cuando estamos bajo estrés o ansiedad crónica, nuestro cuerpo produce la hormona del estrés (el cortisol) y esta hormona suprime el sistema inmunológico”. Una investigación realizada en la Universidad Carnegie Mellon descubrió que las personas estresadas son las más susceptibles a desarrollar el resfriado común, las funciones de su sistema inmunitario se debilitan con mayor facilidad y también tiene más probabilidades de ser afectada por las enfermedades bacterianas y virales como el COVID-19 y otras.
En un estudio, publicado en La Academia Nacional de Procedimientos Científicos, (Proceedings of the National Academy of Sciences), 276 adultos sanos fueron expuestos al virus del resfriado y luego fueron monitoreados en cuarentena durante cinco días. Aquellos que estaban estresados tenían más probabilidades de producir citocinas, o las moléculas que desencadenan las inflamaciones en el cuerpo, y tenían el doble de probabilidades de enfermarse.
El estrés crónico puede suprimir la respuesta del sistema inmunológico y su capacidad para combatir las enfermedades; por lo tanto, es imperativo reducir el estrés y evitar por completo el estado de ansiedad para que le pueda ayudar a prevenir las infecciones, los trastornos emocionales y mentales, y también para ayudarle a prevenir otros problemas de salud.
Nuestro sistema inmunológico es como su computadora: necesita momentos de descanso para que no se sobrecaliente. “Dormir y lograr el sueño profundo reinicia y regenera todos nuestros sistemas biológicos”.
Cuando estamos privados de sueño, nuestro cuerpo produce la hormona del estrés, el cortisol y puede mantenernos despierto y alerta, y esto puede suprimir nuestro sistema inmunológico. Según un estudio de 2019, las personas que dormían ocho horas con los ojos cerrados y con una buena calidad de sueño, tenían niveles más altos de linfocitos y de células T que las que dormían menos.
Asegúrese de dormir al menos de siete a ocho horas durante la noche en una habitación completamente oscura y tranquila y que no se vea afectado por la luz mientras duerme.
Estar en contacto con la naturaleza favorece las funciones del sistema inmunológico.
Estar en contacto con la naturaleza y disfrutar del aire fresco y puro, caminar por un parque lleno de árboles, de vegetación y de flores, o en los bosques activa efectos que benefician el sistema inmunológico y contribuye a mantener una buena salud.
Pasar un tiempo al aire libre es bueno para los pulmones, pero también tiene otros beneficios para la salud. Los estudios han demostrado que estar al aire libre ayuda a su sistema digestivo y mejora la presión arterial y la frecuencia cardíaca. De la mano con esto está la ventaja de la salud mental, ya que ayuda a reducir los niveles de estrés.
Caminar, montar bicicleta y relajarse en un parque o bosque con vegetación, árboles y flores treinta minutos al aire libre y si es posible todos los días o al menos 4 veces por semana tienen efectos rejuvenecedores físicos y mentales en nuestro cuerpo. Se fortalece el sistema inmunológico, el sistema endocrino, el sistema digestivo, el sistema cardiovascular y nos llena de buena energía y a su vez contribuye en el mantenimiento de buena salud.
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