El Presidente Trump muy preocupado por la frontera sur por donde entran los latinos pobres en busca de trabajo, ordenó desplegar miles de soldados en el área y eso se cumple a toda velocidad con aplausos de la extrema derecha (que incluye a algunos “latinos”que tambien llegaron aquí como inmigrantes y ahora no quieren que otros entren).
Pero el Presidente Trump insinuó algun tipo de plan de “trabajadores temporales” para los indocumentados y eso no lo han aceptado los “puros”, ni los “yes man” y los políticos siguen demorando soluciones de verdad para los millones de indocumentados latinos que están dentro de los Estados Unidos y que, por supuesto, no quieren marchar. LA TRIBUNA insiste en referise a los “indocumentados latinos” pues los otros no parecen ser de interes oficial y siguen llegando judios, hindues, rusos, musulmanes, europeos, africanos, asiaticos, etc.
El pretexto de salvar las fronteras del terrorismo no cabe en cuanto al borde sur pues hasta ahora ni un solo latino ha sido acusado de terrorismo. Y hasta el horror de las Torres Gemelas, los actos de terrorismos graves ocurri-dos en Estados Unidos fueron cometidos por blancos supremacistas de extrema derecha aquí nacidos y criados.
Hoy queremos llamar la atención sobre algo que suele pasarse por alto: LOS HIJOS DE LOS INDOCUMENTADOS. Los que nacieron aquí de padres “ilegales”, los que aquí crecieron o crecen, trabajan o estudian, son realmente norteamericanos. A esos hay que buscarles soluciones. No es posible deportar a sus padres porque son indocumentados y arrastrarlos a ellos en esa ofensiva. Poco se habla de los hijos de inmigrantes sin papeles. Hay que pensar en soluciones justas para todos. LA TRIBUNA repite su tesis de que el tema de la entrada ilegal al país debe ser entendido SIN PREJUICIOS, que la balanza no se vuelva solo del lado sur por donde entra nuestra gente pobre, sino que las defensas cubran todas las rutas, aduanas, fronteras, aeropuertos, mares y a otros posibles “ilegales” que tal vez vienen con oro, palancas, cone-xiones que a los nuestros les faltan.
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